No es el mejor musical de la historia, pero hay que reconocer que tiene su encanto como homenaje a esas viejas películas en las que de pronto todo el mundo se ponía a cantar y bailar.
En este fotograma yo veo una referencia a los saltos de realidad que había en algunos musicales clásicos. En concreto me recuerda a la escena del baile de West Side Story. En este caso hay una doble transformación: la iluminación nos saca del bar en el que el protagonista está tocando el piano y la música va mutando de una casi empalagosa melodía a casi free jazz.
La pieza que toca Ryan Gosling es "Mia & Sebastian´s Theme", un vals inicialmente sencillo, cuya partitura se va complicando con armonías jazzeras y finalmente acaba por ser intratable a partir del compas 36 dónde la partitura avisa "As fast as possible, freely". Lo más sorprendente es que al parecer el actor no usaba dobles con las escenas de piano. Realmente admirable.
La película: La la land (2016)