La idea tras estas entradas "piano&movies" es elegir un fotograma con un piano de una película y escribir algo al respecto, que puede ser cualquier cosa, desde un micro-relato hasta una pesada disquisición sobre teoría musical.


Tengo la ya antigua costumbre de coleccionar fotogramas de películas en los que aparece un piano, y con el tiempo añadí a la imagen algún texto, a veces una reflexión sobre la película o sobre el piano o la música relacionada. Esa va a ser la línea conductora de estas entradas del blog.

Para comenzar, creo que Casablanca es una de las mejores elecciones posibles, porque no solo salen varios pianos si no que además es una parte importante del argumento. Seguramente, Sam es el pianista ficticio más conocido del mundo, aunque sea sólo por una frase que nunca se pronunció.

La historia es conocida. El bueno de Rick, porque es un trozo de pan, tiene un café en Casablanca. La ciudad, que me recuerda el limbo geopolítico de la Viena de El Tercer Hombre, esta llena de personajes corruptos que acaban por caerte bien y este es el escenario en el que Rick elige entre el amor y hacer lo correcto. Como todos sabemos, elige hacer lo correcto.

Pero volviendo a los pianos, Casablanca es una película en la que el piano es realmente importante. Es tan importante que el piano es móvil y Sam lo empuja de aquí para allá por el café de Rick y así se acerca a los clientes especiales como Ilsa. Sam es además de pianista, el amigo y el psicólogo de Rick, aunque en la vida real, Dooley Wilson, el actor que lo interpretaba sabía tanto de tocar un piano como de física nuclear. Él era realmente cantante y batería y se nota en como aporrea el piano sin ningún pudor pese a la falta de sincronización con el sonido. Se nota especialmente cuando se escuchan las escalas que adornan aquí y allá las canciones.

El falso pianista y los horribles cromas de París son lo peor de la película porque le quita verosimilitud. Pero bueno, la peli está bien y tiene un montón de fotogramas con piano para elegir. Me he quedado con uno justo antes del flashback, cuando Rick, en un momento masoquista y entregado al alcohol, recuerda los buenos tiempos en Paris. Mientras, suena la melodía de “As time goes by” porque Sam está siempre ahí, estuvo en la estación de Paris años atrás y ahí sigue. Nunca nadie tuvo amigo como Sam.

La película: Casablanca (1942)