Bajo este nombre tan ostentoso, voy a hablar en este artículo de como he cambiado mi amplificador de guitarra. No es que haya construido uno con mis manos, pero como lo he dividido en tres componentes, me he tomado la licencia creativa del título.

He tenido durante muchos años un Blackstar HT-1, y para practicar estaba bien pero no me permitía sacar un sonido muy limpio, porque no tenía mucho headroom. Además de eso, el canal de distorsión era practicamente inutilizable por el ruido y la falta de definición. En realidad era como un altavoz conectado a mi pedalera (échale un ojo a Pedaleras de efectos sin velcro para ver las particularidades de como monté mi primera y única pedalera)

En fin, que decidí que tenía que cambiar de amplificador después de 13 años y tenía claro el tipo de sonido que debía de ser muy limpio, con una distorsión moderada y cálida. Además tenía que aceptar bien pedales, quería que tuviera una opción de reducción de potencia, la posibilidad de conectarlo directamente al ordenador, salida de cascos para practicar sin molestar, que tuviera bucle de efectos y que tuviera un altavoz Celestion muy particular. Vamos, que me faltaba pedir que tocara la guitarra por mi.

Esa lista de los deseos, es algo que puede ser muy caro y además difícil de encontrar, al menos unido en un mismo amplificador. No voy a hablar de todas las alternativas que evalué, pero si diré que en el camino descubrí los amplificadores Supro, que son muy interesantes y tienen por ahí alguno que casi cumplía con todo lo que buscaba.

Un cabezal y un altavoz independiente

La solución a la que llegué fue hacerme con un amplificador en formato cabezal y luego montarme un altavoz según mis preferencias.

El destino quiso que en este 2024, Blackstar sacara la tercera versión de la serie HT que tiene un precio muy aceptable, conozco por experiencia propia y practicamente cumplía con todo.

En concreto elegí el HT-5r Mkiii en formato cabezal. Este tiene un canal limpio más que digno, uno de overdrive con dos voces y ecualizador que me vale, sobre todo la voz menos distorsionada. Sigamos: tiene bucle de efectos, reducción de potencia a 0,5 W, salida de cascos y salida emulada. Como tiene el control ISF para ecualizar el sonido, si quieres sonido Fender, lo giras hacia la izquierda. Muy completo, no muy caro y continuista.

Con este amplicador, puedo practicar, pero además puedo grabar guitarras directas al ordenador, o saliendo a un interfaz de audio emulando diferentes altavoces, o intentar grabar el Celestion del que hablaré a continuación, en un estilo más old-school. Es muy flexible, y como el sonido lo saco principalmente de los pedales, no pasa nada porque no tenga el sonido perfecto de un Twin Reverb o un '57 Custom Deluxe, que podría dejarte emocionalmente dañado al mirar el precio.

Para el altavoz, la decisión era más complicada, porque no sabía nada de altavoces. Solo sabía que quería sonido tipo fender, más bien limpio, nítido y que tenía un espacio limitado para poner un altavoz de 12 pulgadas en la habitación donde práctico.

Altavoces para sonar cristalino

Tradicionalmente los amplificadores Fender usaban altavoces Jensen, sobre todo en las décadas de los 50 y 60, y habría sido una buena elección, pero en el 2012 Celestion lanzó la serie Creamback de altavoces que tienen un punto intermedio entre el típico sonido británico y el sonido americano.

Me he pasado horas literalmente escuchando videos en YouTube de comparaciones de altavoces: varios Celestion como el creamback, neo-creamback, greenback, v30; varios Jensen y como rareza el Eminence Patriot. Mi primera conclusión fue que suenan diferente, con frecuencias más o menos acentuadas y diferentes comportamientos ante la distorsión. Con esta pequeña investigación si algo he concluido, es que aquello que había oído de que para el sonido de la guitarra, el altavoz es más importante que la madera, es completamente cierto. De hecho creo que guitarrista, pastillas, altavoz y micrófono son la verdadera base del sonido.

Aunque uses unos cascos de calidad, no es igual que escucharlo en persona, pero al final, y haciendo escuchas a ciegas quedaron dos finalistas: Celestion creamback y el neo-creamback. La diferencia entre ambos es el tipo de imán que utiliza, y en consecuencia el peso y ciertas característica sonoras. El neo-creamback se construye con imanes de neodimio y pesa mucho menos, pero también tiene un sonido ligeramente diferente, diría que más moderno. No sonaba exactamente a ese sonido cálido blusero que tenía en la cabeza. Asi que repetí escuchas a ciegas de diferentes videos y finalmente elegí el Celestion Creamback.

Potencia en altavoz y amplificador

Uno de los datos que define el funcionamiento de un altavoz es la potencia. Un creamback estándar tiene 75w, y aquí la pregunta que se podría hacer cualquier mortal es, ¿hay algún problema con conectar un altavoz de 75 w a un amplificador de 5w (0,5 en modo atenuado)?

La respuesta es: simplemente no pasa nada. De hecho, consigues mucho más headroom, cosa muy interesante cuando lo usas en casa y quieres sonido limpio. De hecho, con el uso he descubierto que lo más cómodo para prácticar es tener el amplificador en el modo de 0,5w, pero si quieres grabar algo quitar la atenuación me da un sonido y unas dinámicas diferentes que me gustán más.

8 vs 16 Ω 

Una vez has elegido el altavoz, debes decidir si lo quieres en 8 o 16 ohmios.

Hay mucha literatura (bueno opiniones) sobre esto de la impedancia en los altavoces, y los ingenieros de Celestion te dicen que se empeñan en que suenen lo más parecido posible. Yo detecté diferencias en las escuchas que hice, pero podría ser simplemente que son dos altavoces diferentes los que usaban y daría igual si eran ambos de 8 ohmios, por ejemplo.

La realidad intratable, es que hay un principio físico por debajo. A mayor impedancia, vas a necesitar más voltaje para conseguir el mismo nivel de sonido, y la potencia entregada por el altavoz está relacionada con la impedancia según la fórmula P = V^2 / R, dónde R es la impedancia. Por tanto, parece razonable pensar que un altavoz de 16 ohmios genere un sonido con menos volumen a igualdad de voltage.

Por último, un amplificador a válvulas va a generar normalmente un sonido menos distorsionado cuanto mayor es la impedancia del altavoz, y esto se debe a la naturaleza de las válvulas y como su señal que tiene una alta impedancia se tiene que llevar a la impedancia de los altavoces, y a que las válvulas tienen una curva de respuesta más lineal cuando trabajan con cargas de mayor impedancia, lo que resulta en menor distorsión armónica.

El Blackstar HT-5 mk-iii tiene salidas para 16 y 8 ohmios. En mi caso el volumen era algo a evitar y quería un sonido muy limpio como base, asi que elegí poner más "resistencia" en el asunto y decantarme por el de 16 ohmios.

Una caja para el altavoz

Recordando mis requerimientos, necesitaba una caja lo más "recogida" posible, porque quería que entrase en un pequeño mueble junto a la pedalera, y eso me limitó mucho las opciones. Thomann tiene varias cajas acústicas preparadas para instalar altavoces y bastante apañadas de precio. La más estrecha frontalmente es una que sigue los principios de diseño de un par de ingenieros de sonido: La caja acústica Thiele-Small. Suena a algo de ciencia ficción como el test Voight-kampff, ¿verdad?

Los parámetros Thiele-Small son un conjunto de principios teóricos desarrollados por los ingenieros A. Neville Thiele y Richard H. Small entre 1961 y 1973. Estos parámetros se utilizan para diseñar cajas acústicas eficientes, optimizando la interacción entre el altavoz y la caja. Son aplicables a diversos tipos de cajas (cerradas, bass reflex, etc.) y permiten optimizar varios aspectos del rendimiento, incluyendo mejorar la extensión de graves, dentro de las limitaciones del altavoz.

Quizás una guitarra no tiene frecuencias supergraves, pero es interesante tener unas frecuencias medias bien reproducidas y unos graves nítidos, y como he dicho era perfecta para el hueco que tenía, asi que me arriesgué y me decidí por esta caja.

Instalando el altavoz en la caja Thiele

El proceso es muy sencillo. Hay que desatornillar la parte de atrás y retirar delante la rejilla. El altavoz lo instalaremos atornillándolo desde la parte delantera de la caja con cuatro tornillos que vienen incluidos en el embalaje de la caja acústica.

A continuación, desde la parte trasera tenemos que conectar el polo positivo al conector positivo del altavoz y el negativo al negativo, y la única dificultad es saber cual es cual, para lo que no te sirven las instrucciones porque el conector que montaba mi caja se parecía al de las instrucciones como un pato a una guitarra.

Parte interna del conector de la caja Thiele

La convención es que si hay un cable negro es el negativo, pero siempre está bien asegurarse. Podemos hacerlo visualmente porque en este tipo de conector hay dos contactos a los que están soldados los cables. El tip del jack lleva la carga positiva y y hace contacto con la pieza metálica que sobresale, y el contacto o terminal que le corresponde es el que sale por la derecha al que está conectado el cable blanco. El cable negro está conectado al terminal de tierra negativo con el que hace contacto el cuerpo del jack, y por tanto conecté el cable negro al polo negativo y el blanco al positivo del Celestion creamback.

Et voila

Y así se ha quedado. Aunque en estas fotos por perspectiva no se ve, el amplificador es ligeramente más ancho que la caja Thiele. El sonido es muy limpio y tengo que usar pedales o el canal más distorsionado del amplificador para que comience a romper.

Una vez acabada la transición al nuevo amplificador, me queda una cosa por optimizar en la cadena de sonido, y es la fuente de alimentación de la pedalera. La que tengo ahora genera algo de ruido porque no tiene toma de tierra. Pero eso... es otra historia.