Cuando Prince falleció en 2016 tenía en mente escribir un libro de memorias, en realidad varios, que fueran tan grandes como sus discos, pero esos planes acabaron truncados y lo único que nos llegó es el libro del 2019 que comento en esta entrada, titulado en honor a una de sus canciones.
Lo primero, como esto es un blog personal, voy a poner en contexto mi relación con su música. El personaje de Prince siempre me pareció excesivo e hipersexualizado. Esto siempre me mantuvo un poco a distancia de su música, que era brillante sin duda. Así que, si hablamos del siglo pasado, no había escuchado en detalle sus discos y solo conocía sus grandes éxitos.
Realmente descubrí a Prince con un disco poco evidente de 1998 que es el acústico The Truth, aunque yo lo debí escuchar bien entrados los dos mil. Es un disco acústico que creo que habla de sus raíces y que tiene unos arreglos sorprendentes, como por ejemplo en la primera canción que le da título, cuando se escucha un tic-tac de reloj justo antes de la entrada de la segunda estrofa. A mi parecer hay dos opciones, o te parece genial o decides que es una estupidez. Yo pensé lo primero. Desde ahí, repasé su discografía y redescubrí Chaos and Disorder del 1996 y en el 2004 Musicology me encantó. Luego escuché con más atención sus primeras obras e incluso llegué a montar hasta dos versiones de Purple Rain cuando iba a clases de canto.
Con este contexto, cuando vi el libro en las novedades de una Casa del Libro en las Navidades del 2019 me lo compré inmediatamente, pero con un año tan "complicado" no he encontrado el momento para leerlo hasta más de un año después.
Al ser un esbozo de la obra que se pretendía, temía que el libro fuera solo un ejercicio de marketing para hacer caja con los fans de Prince, pero al final ha sido una lectura interesante que como intentaba el propio Prince y su co-autor, ahonda en el misterio del personaje y el artista.
Leer The beautiful ones tiene un componente de investigación arqueológica porque es más un collage sobre el artista que un libro de memorias propiamente dicho. Está lleno de textos y fotos interesantes, letras de canciones y dibujos manuscritos por Prince que invitan a juntar tus impresiones de las notas, los textos, las imágenes y tus recuerdos sobre el personaje y su música.
El libro está dividido en una introducción y cuatro partes. La introducción del co-autor Dan Piepenbring describe como se forjó el proyecto de las memorias. En las primeras páginas seguimos a Dan y Prince por su última gira en la que hacía un acústico sólo con piano y voz.
La primera parte y probablemente la más interesante es la transcripción de las páginas que Prince comenzó a escribir para sus memorias. Hay diferentes citas de Prince respecto a la música que son muy interesantes y he elegido una en la que Prince reflexiona sobre que era un niño con una imaginación desbordante.
Hidden Places, Secret Abilities. A part of one self that is never shown. These r the necessary tools 4 a vibrant imagination & the main ingredients of a good song.
Una de las cosas interesantes del libro es poder ver el interés de Prince por la caligrafía y escribir a mano, a la vez que puedes revisar las fotografías de las páginas que escribió, llenas de líneas sin espacio y abreviaturas.
La segunda parte es un álbum de fotos que comenzó en 1977 cuando estaba preparando su primer disco "For You". En la tercera encontramos más imágenes y comentarios con recortes de prensa posteriores al éxito de su primer disco. La cuarta parte es el borrador original que Prince escribió para el guión de Purple Rain, y es muy interesante en contraposición al relato de su infancia en la primera parte.
El libro genera un retrato de Prince como una persona brillante, creativa, algo misteriosa y excéntrica, pero accesible y consciente de su lugar en el mundo, supongo que haciendo honor a ese misterio que él quería preservar.
Las ideas que expresa en las pocas páginas que llegó a redactar son una pista de lo que habría sido un libro muy interesante, en el que los temas principales habrían sido sus padres, la creatividad, su opinión sobre la industria musical y su amor por la música y en especial por el funk.