Al final Ableton presentó una nueva versión de su controlador MIDI, y he caído. Llevaba años esperando y casi había perdido la esperanza de que sacaran una nueva versión. Así que este artículo es sobre mis impresiones inmediatas después de usarlo un poco, aprovechando la tormenta que está cayendo hoy en Madrid.

Contexto

Yo nunca he usado ninguno de los otros Push, soy usuario de Live unos siete años y me defiendo con algún instrumento como el piano o la guitarra. He comprado la versión normal del push, no la "standalone"

Un nuevo tipo de instrumento

Lo primero que he pensado al probarlo es que la cuadrícula con los pads es una forma diferente de entender como se distribuyen las notas en un instrumento musical. Si toco el piano yo pienso en octavas repetidas en horizontal, busco teclas de referencia y siempre sabes donde está el siguiente Do, por decirlo así. Si toco la guitarra, u otro instrumento de cuerda, me muevo por patrones repetidos cada 12 trastes, en general posiciones de la mano, y es más complicado ubicar las notas. Te sabes las dos cuerdas más graves y desde ahí colocas octavas... pero ¿cómo es en este controlador?

Pues aquí es una mezcla. Conoces la primera nota de la escala porque está siempre destacada en otro color, y si se repite en otra posición se iluminan las "copias". Esto es parecido a la guitarra, una misma nota puede sonar en diferentes puntos del mástil. La escala diatónica esta colocada en cuadrados por decirlo así, y eso hace que si lo comparo con el teclado del piano, las posiciones de los acordes son repetitivas y eso es una mezcla con los conceptos de la guitarra. En guitarra puedes mover una posición por el mástil y con cambiar la nota raíz, haces el mismo tipo de acorde para diferentes notas. El ejemplo más típico es mover un acorde con cejilla o de quinta. En el push puedes hacer un acorde mayor con cualquier nota con la misma posición y por tanto te sirve esa misma estrategia "para vagos" de la guitarra.

Si a esto le añadimos que los pads son MPE, tienes una tipo muy curioso de instrumento, que tiene sus propias reglas para construir acordes y sus propias reglas expresivas. Solo por esto, ya me ha parecido aceptable la espera de años (y el gasto)

Un bloc de notas

Otra idea que ha emergido del primer uso es que el Push no me sirve para acabar una canción completa. Esto ya lo sospechaba, pero es así por diseño, creo. Esto lo evidencia que no puedes hacer nada con la vista de arreglos de Live y que la serie de parámetros que te ofrece están limitados.

Por ejemplo, hace unas semanas hablaba de Chiral, un sintetizador hecho con Max for live, y este es compatible con Push 3 y además soporta MPE. Ofrece en Push un interfaz limitado con los parámetros básicos para definir el sonido, pero nada por ejemplo de la matriz de modulación.

Así que con push puedes construir esqueletos. Hacer percusiones de forma muy intuitiva... pero vas a tener que acabarlo en Live, y eso no es ni bueno ni malo, es solo como está pensado.

Un centro de control

Una cosa muy agradable del Push es gestionar los volúmenes o el panning de las pistas. También es cómodo para añadir pistas o dispositivos o para lanzar clips de la vista de sesión.

Parar o continuar la reproducción, usar capture (Aunque noto cierto delay ahí hasta que empieza la reproducción), usar el metrónomo... hay muchas acciones habituales que se convierten en algo físico y por tanto más sugestivo para nuestro cerebro acostumbrado a pantallas táctiles por todos lados.

Calidades

El cacharro es sólido y de diseño elegante. Lo esperaba muy grande y lo es. Los knobs se sienten muy bien y los pads se sienten muy diferentes a los que yo estaba acostumbrado, que son los del Beatstep Pro. Digamos que tienen menos sensación de goma y menos movimiento mecánico, pero la sensibilidad es mucho mejor y las posibilidades del MPE son un elemento diferenciador.

Push es ahora también un interfaz de audio y puede sacar señales CV para controlar sintetizadores analógicos. Dudo que el interfaz de audio sea una maravilla para voces pero lo de poder sacar señales CV y poder grabar de vuelta el sonido de un sintetizador si que es una funcionalidad muy interesante.

Conclusiones

Seguramente escriba más sobre el Push a medida que vaya aprendiendo a usarlo, pero mi primera impresión es positiva (a ver quién lo crítica con el precio que tiene :).

Me parece muy grande y aparatoso para que la variedad "standalone" tenga un uso real. Si tengo que irme de viaje, cojo el portátil y un pequeño teclado MIDI, pero no el Push. Me hace mucha gracia ver gente que se va con el cacharro a tocar a un parque o donde sea, pero no muestran como lo han llevado allí. No es un dispositivo portátil.

Por otro lado, si que es un controlador que puede aportar una herramienta para montar esqueletos de canciones centrándote en lo básico, y la clave para que sea así es que no te permite hacer muchas cosas. Estás limitado y los límites generan creatividad. Esa parte es la que voy a explorar más.

Los pads MPE son la joya de la corona, y yo creo que es el principal reclamo en comparación con la competencia de Akai o Native Instruments. Creo que pueden llevar a sonidos que no sacarías de otros instrumentos.

Así que, si no tenias un push anteriormente y eres usuario de Live, merece la pena la versión normal. Si ya tenías un Push 2, y los pads MPE no son una necesidad, que no lo son, hay vida sin MPE, yo no lo compraría.